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Prólogo



HISTORIA DE ATREIA

Cuenta la leyenda que, tras crear el mundo, el dios Aion creó a unos seres casi perfectos para que fueran los guardianes de su obra; así nacieron los Balaur, una poderosa raza de dragones. Desgraciadamente, su inteligencia y poder era tan grande que pronto intentaron revelarse contra su creador... Entonces, Aion creo una nueva raza, los Daevas, no tan poderosa pero mucho más numerosa y con una enorme lealtad hacia su figura; así, estalló la guerra entre ambas razas, y finalmente los Daevas consiguieron expulsar a los Balaur del mundo y encerrarlos en una dimensión paralela.

Sin embargo, la larga guerra afectó a la personalidad de los Daevas y los dividió, irreconciliablemente, en dos facciones distintas;

- Los Elyos, que querían llegar al final de la guerra llegando a un acuerdo pacífico con los Balaur.

- Los Asmodians, que querían seguir luchando hasta destruir el peligro que para su creador suponían los arteros dragones.

Finalmente los Balaur ofrecieron un tratado de paz, pero no era más que otro de sus engaños para llegar hasta la Torre de la Eternidad, fuente de poder de Aion; aprovechando las diferencias entre ambos grupos los dragones consiguieron desatar una enorme fuerza destructiva dentro de la torre, dividiéndola en dos partes... y con ella, el mundo entero de Atreia.

Tras el cataclismo, sólo una parte del mundo se quedó recibiendo la bendición de la luz divina; así, los Elyos evolucionaron para convertirse en criaturas celestiales. Sin embargo, a la otra mitad apenas les llegaba una fracción, y los Asmodians comenzaron a tomar forma de demonios... Por supuesto, ninguna de las dos facciones acepta su parte de culpa en la destrucción de la Torre y su pérdida de contacto con Aion; es más, el odio ha surgido entre ambas razas, y ahora piensan que tienen que destruirse unos a otros para garantizar su supervivencia.